Grosso Modo

Revista Grosso Modo

The future — November 17, 2016

The future

Give me back the Berlin wall

Give me Stalin and St. Paul

I’ve seen the future, brother

It is murder…

When they say repent I wonder what they meant cantaba Leonard Cohen en The Future hace 24 años tan actual como hoy en día cuando recién ha fallecido. Hace apenas 10 días Donald Trump se coronó presidente  de la principal economía mundial y yo me pregunto qué significa eso. Lo que erróneamente muchos catalogamos al principio como una broma de mal gusto hoy se ha vuelto una realidad inminente.

Si bien es cierto que Estados Unidos y su colegio electoral no nos permiten hablar de una voluntad popular absoluta, hay que recordar que prácticamente la mitad de los norteamericanos que ejercieron el voto el pasado 8 de noviembre dieron su respaldo al candidato republicano. Pero ¿Que significa esta voluntad popular en una democracia relativamente  consolidada?

Quiere decir que ganó el candidato del racismo y la xenofobia, ese que piensa levantar un “gran muro” a lo largo de la frontera con México, país habitado por “asesinos, violadores y secuestradores” que les roban los empleos a los norteamericanos y a los cuales deportará de su gran nación en números de hasta 11 millones de almas. Ganó el candidato de la islamofobia, del miedo a lo diferente, de la ignorancia, de la generalización, aquel que piensa prohibir la entrada a su país a miles, si no es que millones, de seres humanos por la mera particularidad de su fe y regresar a un país en guerra y ruinas a todos los refugiados que llegaron huyendo del dolor y la miseria porque están detrás de todos lo sales políticos y económicos que occidente enfrenta. Ganó el candidato del falso nacionalismo demagógico que piensa cerrar no sólo sus fronteras sino también sus lazos comerciales con el mundo, deshacer tratados de libre comercio, desunir coaliciones, cazar con impuestos a las empresas que lleven fabricas a otros países y a los países que no sean hechos en Estados Unidos. Ganó el candidato que califica a las mujeres en base a su aspecto físico, desde bebés, su propia hija, empleadas, colaboradoras y parejas. Ganó el candidato que al acercarse a las mujeres desde su estatus de celebridad se jacta de poder “grab them by the pussy” sin que opongan resistencia, es decir, se jacta del acoso sexual y de conductas depredatorias. Ganó el candidato que en pleno año 2016 amenaza con encarcelar a la otra candidata si llega al poder. Finalmente hemos visto que llegó. Y como aquellas grandes borracheras, nos hemos despertados con una resaca de los mil diablos preguntándonos que diablos fue lo que pasó y qué carajos hicimos sólo para constatar que nada de lo que recordamos fue un sueño, que todo sucedió en verdad.

Pero no hay que ser ilusos; el discurso de odio de racismo, de xenofobia, de sexismo, de nacionalismo barato y con tintes de bullie escolar y odios sordos a la razón no fue inventado por Donal Trump ni mucho menos. Es algo que viene de muchos años atrás y de lugares mucho más profundos que la estrategia mediática de un payaso de rodeo deseado para atraer a los ávidos de entretenimiento vacío y promesas fáciles. Y es que muchos siguen preguntándose qué ha sucedido en los últimos años con las encuestas y los indicadores que nos dan los procesos democráticos. ¿Por qué a nuestra generación le ha tocado vivir el Brexit, el No al referendo de Colombia, el avance cada vez más amenazador de las extremas derechas europeas, el triunfo de Trump cuando las encuestas indicaban en todos los casos que la opción opuesta se llevaría el triunfo? No, no es un fallo en las metodologías ni un instrumento amañado, es algo mucho más simple y al mismo tiempo mucho más complejo e intimidante. La realidad es que las encuestas no han fallado en ninguno de los casos anteriores. Lo que ha fallado es nuestra capacidad para ver el panorama completo; en el caso de Trump, su campaña que ha simple vista podría haber parecido desestructurada y caótica fue, por el contrario, genial y sumamente efectiva para captar al elector que buscaba atraer, al hombre blanco mayor de edad sin educación o poco educado del cinturón industrial americano que se siente frustrado por años de políticas “socialistas” dictadas por un hombre negro y una élite de demócratas que se han esforzado por volverse cada vez más académicos y progresistas a nivel teórico pero que se han olvidado de la base de su pueblo además de buscar ahora querer hacer que una mujer les diga qué hacer. No, la encuesta no falló, lo que falló fue nuestra astucia para ver que de todos aquellos que decían que votarían por Hillary Clinton muchos estaban mintiendo, muchos en verdad hacía mucho que habían dado su Simpatía a Trump. ¿Por qué digo esto?, porque el resultado lo comprueba y porque en un mundo dominado por lo políticamente correcto pocas personas quieren ser evidenciadas en cadena nacional y ante encuestadores desconocidos como racistas, xenófobos, homófobos, sexistas, islamófobos y llanamente ignorantes ante los dedos acusadores de los más progresistas y de, literalmente, medio mundo más.

¿Qué dice esto de nuestro mundo y sociedad actual? Dice y dice mucho, dice que en nuestro intento pueril de cosechar equidad de género, igualdad racial y bienestar social hemos puesto mucho énfasis a las palabras en el discurso pero muy poco en nuestras acciones y aquellos que creíamos contribuir a un mundo más igualitarios nos hemos convertido en censuradores de aquello que no queremos escuchar pero que, a final de cuentas, también es opinión y es necesaria para entender este embrollo en el que nos metimos. Sobra decir que no estoy de acuerdo en ninguna de estas posturas políticas y sociales pero definitivamente sí que creo que es necesario que esas voces se escuchen para poder, en primer lugar, entender nuestra realidad actual, de donde venimos, en dónde estamos y a dónde deberíamos de ir a partir de ahora y también para poder crear cursos de acción en dónde tanto una postura como otra puedan trazar el camino a seguir para elaborar un proyecto de sociedad y de nación. Todo esto con el bonus añadido (y aquí voy a tomar un gran riesgo) de generar un clima en donde incluso estas opiniones puedan ser expresadas de forma ordenada para crear una representación de esta población por más ignorante u odiosa que nos parezca su postura. Si la corrección política fue creada esperando crear una sociedad más justa e igualitaria ¿no estamos traicionando esos principios al convertirnos en el nuevo Gran Hermano?, ¿en el nuevo ministerio de la verdad? Más allá de juicios morales sobre cómo y en qué medida debemos dejar que estas expresiones busquen las grietas para expresarse sí creo que es cierto que debemos dejar de ser tan sensibles al respecto y simplemente encarar que con sutilezas y tibieza es como llegamos a este lugar.

Como acto final todo esto debería de ser acompañado de una prensa combativa que aún hasta el día en que escribo esto veo escalofriántemente calmada y serena, casi inmutable, casi insensible o casi en negación de los que sucedió y lo que puede aún suceder. Es importante (yo mismo lo hago aquí) hacer una radiografía y un examen post mortem de cómo y por qué se sucedió este resultado pero es también una acción que se debe tomar con medida para pasar a la urgencia del remedio y organizarnos en la manera en que hemos de segur el camino a partir de aquí. Estamos perdiendo el tiempo cuando un gabinete ya está en pleno anunciamiento y tenemos a la base del movimiento Tea Party conformándolo incluyendo a uno de los principales manufactureros de noticias falsas en internet y a la misma Sarah Palin que dijo drill baby, drill ante la creencia, igual a la de Trump, de que el calentamiento global no es más que una teoría conspiracionista para detener el “progreso”.

No estoy totalmente en contra de los esfuerzos o las iniciativas para regresar al consumo local, al llamado a concentrarnos en asuntos internos y a todas las bonitas imágenes inspiradoras que se publicaron el miércoles siguiente en redes sociales pero, lo siento mucho, no puedo evitar conservar la sensación de que algo en nosotros sigue sin despertar, de que una parte de nosotros sigue sin ver la amenaza que se avecina, de que estamos cayendo, una vez más, en el olvido semi instantáneo debido a la memoria de pez beta que la modernidad hiperbólica nos ha regalado.   y nos refugiamos en el absurdo optimismo de frases motivaciones y esquemas piramidales que no deja asomar una verdadera respuesta organizada, intelectual y contestataria. Para mi no se puede ir la sensación de terror de haber consumado un bacanal de proporciones romanas hasta perder el conocimiento y despertar, a la mañana siguiente, en medio del basurero, vomitado y orinado, con una migraña terrible y leyendo en el periódico que nuestra sociedad es más racista, xenófoba, sexista, ignorante y llena de odio de lo que jamás ha admitido pero hasta ahora se anima a demostrar en un falso mesías lleno de spray bronceador. Claro, eso si alguien siguiera leyendo los periódicos.

You don’t know me from the wind,

you never will, you never did ,

I’m the little jew

who wrote the Bible,

I’ve seen the nations rise and fall,

I’ve heard their stories, heard them all,

but love’s the only engine of survival…

-Leonard Cohen

Notemetasconnuestrosderechos.mx — September 8, 2016

Notemetasconnuestrosderechos.mx

Este próximo 10 de septiembre a las 8 a.m. saldrá a marchar un contingente en la ciudad de Querétaro. Marchan, de acuerdo a sus propias palabras y de forma ambigua, a “favor de la familia” y se denominan a si mismos “Frente Nacional por la Familia”. La mencionada marcha tendrá cabida, al parecer, en varias ciudades del país las cuales se cuentan por decenas.

Entre otros, algunos de los supuestos argumentos usados en su página son joyas como las siguientes:

  • Habrá una “oleada de maestros transgénero en los colegios, al privilegiárseles por motivos de inclusión”.
  • Habrá “baños transgénero en los colegios, para que cada quien entre al lugar donde se sienta identificado”.
  • Dicen ellos que “si un profesor se siente mujer podrá ir al baño donde va tu hija menor. En otros países, o anterior ha provocado casa de abuso sexual y casos de pederastia”.
  • El matrimonio “conformado entre un hombre y una mujer, y l familia natural, ambas bases de nuestra sociedad”.
  • Evitar el objetivo de “adoctrinar a los niños con el objeto de que cambien su mentalidad con relación a la familia natural y vean como algo normal las uniones entre personas del mismo sexo, las relaciones sexuales de adultos con niños, el transexualismo, y una muy amplia gama de desviaciones sexuales”.

Después de tratar de escuchar desde diversas fuentes los argumentos y los orígenes de su postura no puedo más que atribuirlo a un oscurantismo medieval y a una ignorancia que necesariamente debe ser voluntaria para caer en el terreno de la negligencia. ¿Por qué menciono esto? porque lo que el llamado Frente no menciona son los diversos casos de imágenes alteradas para hacer pasar como verdaderos montajes de libros de texto falsos así como la franca tergiversación de los artículos de la reforma propuesta por el ejecutivo.

Mientras estas organizaciones hablan de una supuesta manipulación del lenguaje para camuflajear los verdaderos intereses de lo que llaman “la ideología de género” (término que no me fue posible encontrar en uso de alguien que no estuviera de alguna manera vinculado a los grupos promotores de estas marchas o, para efectos prácticos, la iglesia católica) ellos mismos se han encargado de crear toda una confusión que resulta bastante compleja de descifrar para aquel que no sigue o no está instruido en el debate del tema. Y esto no puede sino parecerme sospechoso y malicioso por decir lo menos. Y es malicioso porque genera en el escucha una inclinación a apoyar sus postulado sin darse cuenta de que está actuando sobre la base de una serie de mentiras de la mano de un grupo que, si bien no se empeña en negar su filiación, ni siquiera puede abiertamente reconocer a los intereses de quién sirve.

Entre tanta guerra de terminologías vale la pena retomar los significados correctos de estas palabras y los verdaderos términos de la reforma:

  • El postulado central es el matrimonio igualitario, es decir, la unión en matrimonio de cualquier persona independientemente de su genero y orientación sexual para “tener una vida en común para procurarse ayuda mutua, solidaridad, respeto e igualdad”. Con esto se dejará de definir el matrimonio como la unión entre hombre y mujer con la finalidad de perpetuar la especie. Y he aquí uno de mis principales argumentos para oponerme a este tipo de discurso; si la unión entre personas es meramente con el fin de procrear, ¿aquellos biológicamente impedidos para hacerlo, aún heterosexuales, deberían de ver negado este derecho? Incluso desde la perspectiva de las escrituras ¿no asumimos que el matrimonio es un llamado de Dios hacia el hombre al amor y no sólo la procreación, a ser los cónyuges representación del amor de Dios?. Efectivamente la biblia lo plantea como la unión natural entre hombre y mujer pero lamento decirle a estas personas que la ciencia ha demostrado cabalmente que la homosexualidad es biológica y que el humano no es un animal natural sino social o de lo contrario seguiríamos en las ramas. Hablemos además del hecho de que la iniciativa no pretende meter las manos en los dogmas eclesiásticos sino en el derecho civil, que en México está separado de la iglesia com estado laico que somos. No queridos hermanos; nadie les va a obligar a casarse con otro hombre o mujer, nadie va a “destruir” la familia, lo que obtendremos serán los derechos civiles como seguridad social, acceso a pensiones y certeza jurídica para personas que siempre han tenido obligaciones pero que hasta ahora han visto sus derechos negados. Hacer lo contrario, imponer sus dogmas a los no creyentes si que es imposición queridos. E matrimonio igualitario no es una reducción sino una ampliación de los derechos que nos otorgan a todos las libertades que un ser humano debe gozar.
  • El segundo punto de la iniciativa es la igualdad de condiciones para adoptar. No es otra cosa más que le derecho a adoptar para familias hetero y homosexuales. No me voy a extender en este punto; basta con acceder a los últimos 30 años de investigación científica que establecen con evidencia contundente que aquellos niños criados en hogares homosexuales son igualmente sanos en su desarrollo físico y psicológico, se adaptan al medio, desarrollan habilidades sociales y no presentan un índice diferente de patologías contra aquellos criados en hogares heterosexuales. Retomando el punto anterior, si la adopción fuera solamente para aquellos fisiológicamente impedidos para la procreación deberíamos de prohibirla también para los heterosexuales que pueden tener hijos, porque asumiríamos que la adopción más que la perpetuación de un instinto paterno/maternal y un acto de amor es una prótesis viva objetivizada por “padres” que deciden qué hacer de un niño fuera de su criterio.
  • El tercer punto se refiere a las cuestiones de género. Contrario a lo que los opositores argumentan hay grandes diferenciaciones que deben hacerse aquí para evitar la mezcla absurda que pretenden arrojar a la opinión pública. Sexo es la condición física con la que el individuo nace, mujer u hombre, no hay más. sin embargo, género es aquella identidad que se construye mucho más allá de lo biológico y alcanza lo social y lo afectivo, es decir, cómo nos vivimos a nosotros mismos, ¿nos identificamos como hombre o mujeres a nivel mental, psicológico?, etc. Así mismo la orientación sexual es independiente del sexo y el género, es meramente el sexo hacia el cual nos sentimos atraídos, y esto puede ser complicado pero sigue siendo natural. Si cambiara mi apariencia corporal de hombre a una de mujer no necesariamente significa que me gustan los hombres, podemos tener una persona transgénero en esa situación que mantenga su preferencia por mujeres. Y así podríamos seguir y nos damos cuenta que es necesario garantizarle certeza jurídica y documentos de identidad a estas personas, ¿por qué? porque no importa sexo, preferencia sexual, identidad de género, todos los derechos para todas las personas.
  • Finalmente el divorcio. La iniciativa incluye el llamado divorcio exprés para todas las parejas que lo soliciten sin necesidad de presentar una causal como se hacía antes. Insisto, matrimonio civil, ¿si estoy a favor de los valores y de la resolución de conflictos más allá de solidas fáciles?, claro que sí. En lo que difiero en hacer que otras personas vivan su vida de acuerdo a mis propios preceptos y estándares desde el momento en que no quiero que alguien más lo haga conmigo.
  • Y un punto extra; expedir la mentira francamente canalla de que habrá baños transgénero o personas transgénero favorecidas es vil, bajo y mentiroso. Expandir el mito de que favorecen y practican la pedofilia es vergonzoso y enfermo viniendo de instituciones que siempre se han negado a reconocer y apoyar las víctimas de pederastia en la iglesia.

Después de todo esto sólo me quedan dos cosas; apoyar esta iniciativa y repudiar el discurso de intolerancia y odio por mi familia, mis amigos y por todas las personas que aspiramos, en igualdad a hacer un mundo más justo. Segundo (y por si aún les quedan dudas); sólo sustituyan el sujeto de esta campaña y reemplacen con cualquier otro, negro, judío, musulmán, mujer, etc. ¿Suena justo, equitativo y no discriminatorio?, ¿no?, ¿por qué asumen que sí lo es para los homosexuales?.